Satanas busca matar nuestra vida

SATANÁS BUSCA MATAR NUESTRA VIDA ESPIRITUAL.


En cosas cotidianas satanás busca destruir nuestra vida espiritual, día a día va buscando destruir nuestra vida espiritual, el diablo ataca cuando estamos más tranquilos, el diablo todos los días, a cada momento busca matarnos espiritualmente, nos roba los momentos que disponemos para orar y no nos damos cuenta y cuando nos damos cuenta decimos: ah, se me paso la hora… el diablo busca como matarnos, como destruirnos y a veces nos damos cuenta y no lo tomamos como muy enserio, no lo tomamos enserio y nos olvidamos cuando la biblia dice que un poco de levadura leuda toda la masa.

Nuestra dedicación, nuestra prioridad debe ser el Señor porque todo lo que entregamos al Señor, nuestro tiempo, vida, dinero, servicio es primero para el Señor todo lo que tenemos detrás, nuestra familia, hijos, trabajo es bendito pero nos olvidamos de eso.

El diablo no se acuesta para levantarse temprano sino que el no duerme, nosotros dormimos, pero el busca destruirnos, quizás en este último tiempo hemos sentido cargas muy pesadas que nos hacen querer abandonarlo todo e irnos lejos donde nadie nos moleste y olvidarnos de todo porque el diablo comienza a atacar nuestra mente, el no sabe lo que pensamos pero busca la forma de llegar a saber lo que sentimos es por eso que nos ataca constantemente, hasta que llega el punto que decimos: ya no quiero más…

Es tanto que llega el ataque del diablo que uno llega a dudar de seguir o no seguir y cuando estamos en ese momento de pensar quedarnos en la casa porque creemos que somos estorbo y los demás lo hacen mejor en ese momento estamos a punto de irnos a la morgue espiritual y estando en la morgue espiritual va a costar mucho que nos saquen de ahí porque estamos muertos, los que van a la morgue están muertos  y cuando pensamos de tal manera vamos a ir a parar a la morgue, muchos de nosotros estamos en la iglesia, predicamos y oramos pero estamos en la morgue espiritual es decir estamos muertos, nos congregamos cuando queremos, el diablo quiere matarnos y aun no nos damos cuenta, pensamos en donde ir de vacaciones, que vamos a ir para allá o para acá y el diablo busca esos momentos de tranquilidad y nos manda una saeta, todos podemos disfrutar lo que nos dejó el Señor pero tenemos que ser honestos si hemos entregado nuestra vida al Señor a servirle, es bueno disfrutar con la familia pero donde vallamos siempre va estar el ataque del enemigo.

A veces en el lugar donde nos congregamos hay olor a morgue, no hay fuerza para adorar, no hay fuerza para cantar y en la morgue los muertos están quietos, los muertos si no los mueven no se mueven y en la iglesia si no dicen: demos gloria a Dios… no se da gloria a Dios, todo se nos tiene que decir para que lo ágamos, levanten las manos, digan gloria Dios, quien dice aleluya eso quiere decir que estamos muertos, el diablo busca matarnos, a veces creemos que podemos y le sabemos los juegos al diablo pero nos equivocamos porque el diablo no es inteligente pero es astuto y va a buscar como derribarnos, si no puede directamente con nosotros va a buscar a nuestros hijos, familia, economía, como hijos del Señor estamos expuestos a cada instante a sufrir esos ataques, si no es casualidad que se nos eche a perder un refrigerador, lavadora, a veces decimos que están viejas pero a veces la viejas duran más sino que justo cuando no tenemos como reparar eso decimos: hay Señor… justo ahora… podemos decir que son cosas cotidianas pero en todas las cosas de la vida el diablo nos busca para quitarnos la paz, tranquilidad.

Estamos en una lucha constante, cuantos esposos, hombres cristianos tienen cada uno sus gustos, sus cosas que les gustan, algunos les gusta pescar, el futbol, cosas de la vida y a veces cuando tenemos tantos espacios vacíos espirituales lo llenamos con las cosas que nos gustan a nosotros y no nos damos cuenta que esos espacios los está ocupando el diablo para destruir, matar nuestra vida espiritual porque cuando trabajamos en el reino de Dios tomamos vida, todos los que no hacen nada están muertos espiritualmente porque de nada sirve estar sentado en una silla.

Si no nos damos cuenta que sufrimos ataques y nuestra vida espiritual está en riesgo de morir estamos muriendo, tenemos que tener ánimo, con ánimo nuestra dolencia mengua, nuestros problemas gigantes con ánimo y fe en el Señor todo es posible.

Un arma que usa el diablo para atacarnos es la religiosidad y la mundanidad, los que son muy religiosos o religiosas se reconocen, muchos de los que son religiosos piensan porque oran están bien, mantienen el paso marcando una religión y no relación, porque la relación con Dios nos saca de los esquemas, de lo establecido pero la religión nos mantiene encuadrado, no hay espacio para allá ni para acá y decimos: esto es… esto hay que hacer… y muchos de nosotros, muchas de las congregaciones y de los hermanos vivimos en religión no en relación y esto el diablo lo sabe.

Cuando nuestro Señor Jesucristo estuvo aquí en la tierra no fue el ladrón, no fue el asesino, no fue la prostituta, no fue ninguno de los malandrines de ese tiempo que estuvo contra Él sino que fueron los religiosos, los fariseos y muchos de nosotros no somos ladrones, ni asesinos, no tenemos nada tan grave pero a veces con nuestra actitud estamos en contra de lo que Dios quiere en nuestra vida, en lo personal.

La religión nos ha enseñado a seguir un conducto, protocolo pero cuando tenemos una relación con Dios está la cercanía pero cuando hay costumbre es como que no nos atrevemos a acercarnos, no nos atrevemos a decir algo porque no está la relación, cuando nos dirigimos al Señor y esta la relación hay que saber decir las cosas, no tenemos que ser religiosos porque somos religiosos en dichos y cosas pero para vestirnos no somos así, a veces cuidamos mucho lo que podemos decir o hacer pero a veces nuestro atuendo habla más por nosotrosno seamos religiosos, cuando perdemos la religiosidad nos sentimos más libres pero debemos ser prudentes y sobrios a la hora de vestirnos, tenemos que tener un límite entre la religión y la relación con Dios, saber en qué nos estamos equivocando.


Debemos saber cuándo el diablo quiere que vallamos muriendo y en nuestra congregación vamos muriendo cuando colocamos enemistades, cuando nos comenzamos a mirar indiferentemente, cuando comenzamos a mirar cosas que no tenemos que mirar, el diablo busca dividirnos.


Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.(Gálatas 1:10)


En todo momento tenemos que agradar a Dios, busquemos ser aprobados por el Señor.


Muchos hablan de la mundanidad que se ha metido en la iglesia, en la música, vestuario y podemos debatir sobre estos temas pero cuando el mundo se mete en la iglesia se mete a través de nosotros, de nuestras actitudes más que el vestuario, eso también es relevante saber cómo nos vestimos pero la parte de la mundanidad es ser como la gente de este mundo, la soberbia, altives, orgullo, vanidad, el mundo es así pero el Señor quiere que aprendamos de Él cuando dice que es manso y humilde de corazón.

No podemos decir que tenemos comunión o relación con el Señor sino sabemos discernir nuestra religiosidad.

Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias. Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. No seáis, pues, partícipes con ellos. Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz  (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad) (Efesios 5:3-9)


Si buscamos andar como hijos de Dios estaremos agradando al Señor, debemos reflejarlo hacia afuera con nuestras acciones.

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